El novelista ruso Iván Goncharov obtuvo un notorio éxito gracias a la contraposición de personajes enfrentados. Así, su obra maestra Oblómov, ponía frente a frente al noble ruso adueñado por el conformismo y la desidia, con un alemán partidiario de la innovación y el progreso. Un esquema parecido pero con un único personaje se ofrece en Una historia corriente donde el enfrentamiento es entre lo que el protagonista era, y en lo que se convierte.